I ENCUENTRO DEL CAFÉ DE LA CELAC
Tegucigalpa, Honduras, 19 de septiembre de 2024
Los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), convocados
por la Presidenta Pro Tempore Iris Xiomara Castro Sarmiento en Tegucigalpa los días 18 y 19
de septiembre de 2024, para analizar la situación de la caficultura en los países de la región,
productores y exportadores de café, los retos que atraviesa y la forma de enfrentarlos.
Comunicamos:
El café es uno de los principales productos de exportación de la región del que dependen
directamente 2.6 millones de familias, y varios millones más de manera indirecta, en su
mayoría pequeños productores o de subsistencia, muchos de los cuales viven en situación
de vulnerabilidad permanente en lo económico y en lo social, especialmente las mujeres
que desempeñan un rol fundamental en las diversas etapas del proceso productivo.
La caficultura constituye una actividad de amplias dimensiones socioculturales, históricas,
económicas y ambientales que en la región contribuye positivamente a la consecución de
los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en los países productores de café, así como al
bienestar integral de las generaciones presentes y futuras.
Las comunidades subsisten gracias a una agricultura y economía familiar, que requiere de
mayores apoyos de parte de los sectores privado y público, así como un mayor
reconocimiento de su importancia en la cadena de valor.
Los países de la CELAC, productores y exportadores de este rubro, estamos muy
preocupados por los efectos del cambio climático sobre el sector cafetalero en nuestra
región – donde se produce el 60% del café del mundo, con el 70% de la especie Coffea
Arábica, que es la más vulnerable – que podrían generar la reducción de la producción en
más de un 50% en los próximos años.
En América Latina y el Caribe 58 millones de mujeres viven en las zonas rurales, son ellas las
más explotadas, las más pobres y las que tienen las mayores dificultades para acceder a las tierras, créditos, certificación de sus producciones y para tener una mayor participación en
el comercio y crecer económicamente.
La mayor parte del café, se exporta como una mercancía no procesada que genera
posteriormente retorno en valor agregado, impuestos y beneficios para los países
procesadores, mientras que en América Latina y el Caribe decenas de millones de personas
viven en la pobreza o en la pobreza extrema en las regiones productoras de café. Lo anterior
se suma a los desafíos que conllevan las políticas y regulaciones impuestas por algunos
países importadores que recientemente han creado nuevos estándares de comercio verde,
inalcanzables para la mayor parte del mercado productivo del café en el Sur Global.
Ningún país de América Latina y el Caribe se encuentra dentro de los más grandes
contribuyentes a las emisiones de gases de efecto invernadero, como sí lo están los países
más industrializados.
La implementación de políticas de regulación a los productores y exportadores de café que
no cumplan con dichos estándares impuestos, eventualmente podría constituir obstáculos
al comercio. Con estas acciones los gobiernos de los países industrializados o sus sectores
privados, que argumentan que es el libre mercado el que impone las condiciones, no
contribuyen o cooperan significativamente con los países productores en la facilitación de
recursos para alcanzar los estándares requeridos, ni aportan para alcanzar un mejor balance
de la cadena de valor del café que les permita mejorar sus condiciones. En consecuencia, es
necesario promover una mayor cooperación y articulación público-privada, entre países y
regiones, para acompañar a los productores frente a estos requisitos.
En este contexto global, el café se convierte en un articulador que reúne las condiciones y
la relevancia necesaria para que las y los representantes de los países que integran CELAC
se encuentren a dialogar en torno al desarrollo de la producción regional del café, las
necesidades y oportunidades del sector de la agricultura familiar dedicado a la producción
del café y la identificación de posiciones comunes para salvaguardar la seguridad
alimentaria y la soberanía de los países de la región sobre sus recursos naturales.
Los países de la CELAC manifestamos a la Comisión Europea la disposición de trabajar en
forma conjunta para entablar un dialogo real y efectivo para encontrar mecanismos que permitan cumplir con el importante objetivo de reducir la deforestación y la degradación
forestal, atendiendo las realidades y capacidades locales, así como la legislación nacional.
Solicitamos postergar la implementación del Reglamento (EUDR) 2023/1115 prevista para
el 30 de diciembre 2024.
Teniendo en cuenta lo anterior y en la medida de buscar el bienestar y la prosperidad de los
caficultores y todas las comunidades rurales de América Latina y el Caribe, se creará un
Grupo de Trabajo Ad Hoc Técnico de la CELAC para construir posibles estrategias en torno a
la caficultura en la región para elevarla para discusión a la instancia de Ministros.

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